Cuenta atrás para un momento histórico del desarrollo - Main contents

Fin de un proceso e inicio de otro

Al cabo de tantos meses y años de cuidadosa preparación, intensas negociaciones y trabajo duro de todas las personas implicadas, aquí está por fin la Cumbre Especial de las Naciones Unidas en la que se adoptarán los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al aterrizar en Nueva York, es ya evidente que los próximos tres días se escaparán de lo ordinario. A medida que van llegando los innumerables representantes de gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil, empresas y medios académicos para asistir a la 70 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, hay claramente un sentimiento compartido del significado histórico de nuestra labor.

Finalizamos un proceso increíble de una talla y universalidad sin precedentes. Durante la Cumbre adoptaremos la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030, que marcará el rumbo de la cooperación internacional y el desarrollo hasta 2030. Se trata realmente de un hecho decisivo, del cual, y me enorgullece decirlo, la Unión Europea ha desempeñado un papel capital con la ayuda de sus Estados miembros, sus instituciones y los principales actores.

Hemos recorrido un largo camino durante los últimos 15 años, desde que la comunidad internacional acordó los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los ODM, para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas en los países en desarrollo. Los Objetivos han conseguido grandes resultados. Por ejemplo, la meta de reducir a la mitad la pobreza extrema, no solo se ha alcanzado sino que se ha logrado mucho antes del plazo previsto. Sin embargo los progresos, se han repartido de modo desigual en el mundo: así, por ejemplo, aunque en Asia se han alcanzado muchos de los objetivos, en África siguen retrasándose.

Por eso los nuevos ODS deberán ir más lejos que los ODM; el mundo de hoy es un lugar muy diferente al del año 2000. Para ser de verdad sostenibles, los próximos Objetivos deberán incluir metas sociales, económicas y medioambientales. El documento final que se adoptará en Nueva York («Transformar nuestro mundo: la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030») demuestra que la comunidad internacional tienen la firme voluntad de trabajar unidapara abordar los retos que afrontamos y asegurar un futuro mejor para las personas y el planeta. El ámbito y alcance de los objetivos es ambicioso y supone un reto, pero también demuestra la determinación para efectuar los cambios necesarios y colocar al mundo en el camino de la sostenibilidad.

En la Agenda 2030 se han fijado un total de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas conexas (http://www.globalgoals.org/). Abarcan aspectos como la pobreza, la desigualdad, la seguridad alimentaria, la salud, el cambio climático, el consumo y la producción sostenibles y también la igualdad de género y la responsabilidad de las instituciones. El elemento fundamental de este nuevo acuerdo es que es universal. Se aplica a todos los países. Es propiedad de todos nosotros, y todos nosotros compartimos la responsabilidad de que se aplique.

La UE ha desempeñado desde el principio un papel motor, en el proceso posterior a 2015, y estamos listos para aplicar en su integridad esta nueva Agenda en nuestro territorio y ayudar a los demás a hacer lo mismo. Renovar el compromiso de llegar al 0,7 % del PIB en la ayuda oficial al desarrollo durante el plazo previsto por la Agenda 2030 demuestra claramente la voluntad de la UE para ayudar a nuestros países socios a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Me siento increíblemente honrado y entusiasmado de estar al frente de la política de desarrollo de la UE en este momento clave del desarrollo internacional. Creo firmemente que la Agenda 2030, centrada en los ODS, puede cambiar realmente la situación. Es ambiciosa pero realizable.

La comunidad internacional nunca había tenido una ocasión semejante para modificar el curso de las cosas gracias a su trabajo.